Acamoto 2025: Caos y tragedia en Acapulco marcan un evento sin control
Un evento sin regulación ni responsables claros
El Acamoto 2025, que atrajo a más de 10,000 motociclistas de diversas partes del país, no cuenta con autorización oficial del gobierno municipal, según confirmó la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez. Organizado principalmente a través de redes sociales, el evento carece de organizadores identificables, lo que ha complicado los esfuerzos de las autoridades para controlarlo. José Luis Smithers Jiménez, presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), expresó su indignación: “No sabemos quiénes son los organizadores, nunca se ha sabido. Esta vez sobrepasó cualquier límite. Acapulco no se merece esto”. Además informó que con apoyo del gobierno federal buscarán detener este evento para que no suceda el próximo año.
Tragedia en las calles
Durante los tres días del festival, se registraron múltiples incidentes que dejaron un saldo de nueve personas fallecidas, incluyendo una transeúnte atropellada por un motociclista en la avenida Costera Miguel Alemán. Además, se reportaron 12 personas heridas, 290 infracciones de tránsito y 115 motocicletas decomisadas, tres de las cuales tenían reporte de robo. Videos difundidos en redes sociales muestran a motociclistas realizando acrobacias temerarias, arrancones clandestinos y circulando en la franja de arena de las playas, contraviniendo las regulaciones locales.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, Eduardo Bailleres Mendoza, señaló que los 120 agentes de la policía vial fueron insuficientes para controlar a los más de 10,000 motociclistas que llegaron al puerto. “No podemos tener un policía para cada motociclista”, afirmó, destacando la magnitud del desafío.
Rechazo del sector turístico
A pesar de que la Secretaría de Turismo de Guerrero reportó una ocupación hotelera del 80.1% y una derrama económica estimada en 987 millones de pesos, José Luis Smithers Jiménez desestimó estos beneficios: “No hay derrama económica que justifique este salvajismo. Acapulco genera ingresos cada fin de semana, no necesitamos estas payasadas”. Smithers también criticó al presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de Acapulco, Alejandro Martínez Sidney, quien defendió el evento, calificando las críticas como “clasistas y racistas”. “Ese señor no me representa, ni a nadie”, sentenció Smithers, respaldado por otros empresarios que exigen la cancelación definitiva del Acamoto.
Impacto ambiental y social
El festival dejó tras de sí una estela de basura, con un estimado de 300 toneladas de residuos sólidos recolectados en la avenida Costera Miguel Alemán y las playas aledañas, según la Coordinadora de Servicios Públicos Municipales, Flora Contreras Santos. Botellas de vidrio, latas de cerveza y plásticos inundaron la zona turística, requiriendo un esfuerzo masivo de limpieza por parte de trabajadores municipales, hoteleros y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR).
Además, se reportaron saqueos en tiendas de conveniencia y supermercados, así como actos vandálicos, incluyendo el ataque a una patrulla municipal. “Vivimos secuestrados un fin de semana. Fue espantoso”, lamentó Smithers, refiriéndose al impacto en la convivencia y la imagen de Acapulco, un destino que busca renovarse con una inversión de 8,000 millones de pesos para mejorar su infraestructura urbana.
Orígenes y controversia
El Acamoto tiene sus raíces en 1992, cuando el entonces presidente municipal, Félix Salgado Macedonio, promovió la “Noche Harley” durante el festival Acafest, organizado por Televisa. Este evento, inicialmente una reunión de aficionados a las motocicletas Harley Davidson, evolucionó hasta convertirse en el masivo y descontrolado Acamoto. Salgado Macedonio, hoy senador de Morena, se ha atribuido la creación del festival y lo defendió en redes sociales, destacando su contribución económica, pero pidiendo a los asistentes respetar las leyes.
Llamado a la acción
La tragedia de Acamoto 2025 ha reabierto el debate sobre la necesidad de regular o cancelar el evento. Empresarios y autoridades locales planean reunirse para establecer lineamientos que eviten la repetición de estos sucesos. “Acapulco necesita turismo responsable, no espectáculos que arriesguen vidas y dañen la convivencia”, afirmó Vicky Trani Torralba, coordinadora municipal de Movimiento Ciudadano en Acapulco.
Mientras el puerto se recupera de este fin de semana caótico, la indignación de los acapulqueños y el sector turístico resuena con fuerza: Acamoto 2025 no solo dejó pérdidas humanas, sino una herida en la imagen de un destino que lucha por renacer.
Por Tavo Santos