Bad Bunny Inicia Residencia Histórica en Puerto Rico: Un Hito Cultural y Económico
San Juan, Puerto Rico – 12 de julio de 2025
El ícono global del reguetón y trap latino, Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio, dio inicio el viernes 11 de julio a su esperada residencia musical titulada «No Me Quiero Ir De Aquí» en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, conocido localmente como «El Choli». Esta serie de 30 conciertos, que se extenderá hasta el 14 de septiembre, marca un hito sin precedentes en la isla, no solo por su escala, sino por su profundo impacto cultural, económico y social.

Un Espectáculo que Celebra la Identidad Boricua
La noche inaugural fue una celebración vibrante de la cultura puertorriqueña. Bad Bunny ofreció un espectáculo de tres horas que fusionó reguetón, trap latino, salsa y ritmos autóctonos como la bomba y la plena. La escenografía incluyó una casa típica puertorriqueña, en alusión a un cortometraje realizado con el cineasta Jacobo Morales, y una enorme bandera de Puerto Rico que se desplegó al cierre, simbolizando el orgullo boricua.
El repertorio incluyó éxitos como «Nuevayol», que celebra la diáspora puertorriqueña en Nueva York, «Tití Me Preguntó» y «Yo Perreo Sola», junto con temas de su más reciente álbum, «Debí Tirar Más Fotos», que alcanzó el número 1 en el Billboard 200. Durante el show, Bad Bunny rindió homenaje a leyendas del reguetón como Tego Calderón, Daddy Yankee, Ivy Queen y Don Omar, así como a íconos de la salsa como Héctor Lavoe y Willie Colón, destacando la riqueza musical de la isla.
Antes del inicio del concierto, una pantalla proyectó datos históricos sobre Puerto Rico, como “Puerto Rico es un archipiélago, no solo una isla” y “San Juan es una de las ciudades más antiguas de América, fundada en 1521”, reforzando la narrativa de resiliencia y orgullo cultural.
Un Impulso Económico Sin Precedentes
La residencia de Bad Bunny está generando un impacto económico estimado en 377 millones de dólares para Puerto Rico, según un estudio del Municipio de San Juan, creando aproximadamente 3,642 empleos directos, indirectos e inducidos. Este auge económico llega en temporada baja para el turismo, con un aumento del 140% en búsquedas de Airbnb y unas 40,000 noches de hotel reservadas, impulsadas por fanáticos de Estados Unidos, España, México, Canadá, Colombia, entre otros países.
Las búsquedas de vuelos a la isla aumentaron un 12% en comparación con el año pasado, y las tarifas aéreas subieron un 14%, según Kayak. JetBlue, la aerolínea más grande de Puerto Rico, se sumó como patrocinador oficial, anticipando un aumento en las reservas.
Daphne Barbeito, directora del Departamento de Desarrollo Económico y Turismo de San Juan, destacó: “Es una oportunidad única para posicionar a San Juan como una vitrina global durante estos tres meses”. Además, se han promovido actividades turísticas adicionales, como recorridos por el municipio natal de Bad Bunny, Vega Baja, y la venta de accesorios tradicionales como la pava puertorriqueña.
Un Compromiso con los Puertorriqueños
Los primeros nueve conciertos, del 11 al 27 de julio, fueron exclusivos para residentes de Puerto Rico, quienes hicieron filas de hasta 20 horas para adquirir sus boletos en puntos de venta físicos, demostrando la conexión especial del artista con su pueblo. “Benito está hablando personalmente a los puertorriqueños antes que a nadie”, afirmó el historiador Jorell Meléndez-Badillo. Los 21 conciertos restantes están abiertos a fanáticos internacionales, con paquetes VIP que incluyen estadías en hoteles y entrada prioritaria.
La residencia también tiene un trasfondo político. Bad Bunny ha utilizado su plataforma para abordar temas como el desplazamiento, la gentrificación y el colonialismo estadounidense, presentes en canciones como «Lo Que Le Pasó a Hawaii». Su decisión de no incluir a Estados Unidos en su próxima gira mundial ha sido interpretada como una “declaración política” contra políticas migratorias y la situación de Puerto Rico como territorio no incorporado de EE.UU.

Impacto Cultural y Social
La “Bad Bunny manía” ha generado iniciativas únicas, como el diccionario «El ABC de DtMF» de la lexicógrafa Maia Sherwood Droz, que explica el vocabulario puertorriqueño de las canciones del álbum «Debí Tirar Más Fotos». Además, el Colegio de Químicos de Puerto Rico publicó un estudio que afirma que la música de Bad Bunny activa neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, generando euforia y un sentido de comunidad. “La gente no solo baila, también se conecta bioquímicamente”, señaló María Santiago Reyes.
Un Récord en El Choli
Con 400,000 boletos vendidos en cuatro horas, Bad Bunny rompió el récord de conciertos consecutivos en el Coliseo, superando las 14 funciones de Wisin y Yandel. La producción, que empleó a más de 1,000 trabajadores locales, incluyó un montaje que tomó 10 días y costó más de 10 millones de dólares, superando su concierto más grande previo, “P FKN R”.

Tabla Informativa: Residencia de Bad Bunny en Puerto Rico
Aspecto | Detalles |
---|---|
Título | No Me Quiero Ir De Aquí |
Fechas | 11 de julio al 14 de septiembre de 2025 |
Lugar | Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, San Juan (Capacidad: 18,500) |
Número de Conciertos | 30 (9 exclusivos para residentes, 21 abiertos al público internacional) |
Boletos Vendidos | 400,000 en 4 horas (todas las funciones agotadas) |
Impacto Económico | $377 millones, 3,642 empleos creados |
Aumento en Turismo | 140% en búsquedas de Airbnb, 40,000 noches de hotel reservadas |
Canciones Destacadas | Nuevayol, Tití Me Preguntó, Yo Perreo Sola, Baile Inolvidable, Lo Que Le Pasó a Hawaii |
Temas Culturales | Orgullo boricua, diáspora puertorriqueña, lucha contra la gentrificación |
Costos de Producción | Más de $10 millones |
Empleos Locales | Más de 1,000 trabajadores contratados |
Un Legado para Puerto Rico
La residencia de Bad Bunny no solo consolida su estatus como el artista más escuchado del mundo, sino que posiciona a Puerto Rico como un epicentro cultural y de entretenimiento. Como expresó Jorge L. Pérez, gerente general del Coliseo: “Esto inspira a la próxima generación a soñar en grande y construir desde casa”. Con esta serie de conciertos, Bad Bunny no solo celebra su música, sino que reafirma la resiliencia y el orgullo de un pueblo que se niega a perder su identidad.
