Científicos de la UNAM descubren fósiles marinos y nueva especie en cenotes de Yucatán
Un equipo de científicas y científicos del Instituto de Geología (IG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y el Instituto de Investigación Científica y Estudios Avanzados Chicxulub del Parque Científico y Tecnológico de Yucatán, ha realizado un importante descubrimiento en la Península de Yucatán. En cenotes de la región, los investigadores encontraron 22 ejemplares fósiles de animales marinos, incluyendo peces óseos, tiburones y mantarrayas, que revelan la rica biodiversidad marina que existió hace millones de años. Entre los hallazgos destaca la identificación de una nueva especie de pez erizo, nombrada Chilomycterus dzonotensis, que significa “el pez erizo de los cenotes”.
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— UNAM (@UNAM_MX) July 25, 2025
Contexto Geológico de los Cenotes
Los cenotes son formaciones geológicas naturales características de la Península de Yucatán, formadas por el colapso del techo de cuevas subterráneas de roca caliza, lo que expone el agua contenida en el acuífero. Según explicó Kleyton Magno Cantalice Severiano, paleontólogo especialista en peces del IG de la UNAM y líder del proyecto, estas estructuras se originaron en una plataforma de carbonato de la Formación Carrillo Puerto, que data del Mioceno tardío (hace entre 11.6 y 5.3 millones de años) al Plioceno temprano (hace aproximadamente 5.33 a 3.6 millones de años). “Lo que ahora son cuevas inundadas, anteriormente era un mar poco profundo, probablemente asociado con un sistema de arrecifes coralinos”, señaló el especialista.
La roca caliza de la región, conocida como coquina, es porosa y está compuesta por restos fósiles de organismos marinos como conchas, corales y caparazones, además de dientes, mandíbulas y piezas óseas de vertebrados marinos. Esta composición ha permitido la preservación de los fósiles estudiados, que ofrecen una ventana al pasado marino de la península.
Detalles del Descubrimiento
Los fósiles fueron recolectados en los cenotes Sambulá, ubicado en el municipio de Motul; San Juan, en Homún; y X-Nabuy, en Suma, todos en el estado de Yucatán. La recolección fue posible gracias a la labor de buzos especializados en cuevas subacuáticas, como Erick Sosa Rodríguez y Kay Nicte Vilchis Zapata, quienes exploraron estas formaciones a profundidades considerables. El análisis de los fósiles se llevó a cabo en laboratorio, con la colaboración de expertos como Hugo Enrique Salgado Garrido, profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM, quien facilitó el entendimiento de la geología de los cenotes, y Gerardo González Barba, de la UABCS, quien asistió en la identificación de los tiburones.
Entre las especies identificadas se encuentran tiburones que aún habitan las costas mexicanas, como el tiburón cobrizo (Carcharhinus brachyurus), toro (C. leucas), coralino (C. perezii) y blanco (Carcharodon carcharias). Estos hallazgos evidencian la presencia de estas especies en la región desde hace millones de años. También se encontraron fósiles de especies extintas, como el tiburón tigre (Galeocerdo mayumbensis), el tiburón dientes de sierra (Hemipristis serra) y el icónico megalodón (Otodus Carcharocles megalodon), uno de los mayores depredadores marinos de la historia. Además, se identificaron mantarrayas del género Aetomylaeus, que ya no se encuentran en las costas mexicanas, lo que sugiere eventos de extinciones locales en el Mar Atlántico Norte.
Especie | Estado Actual | Período Geológico |
---|---|---|
Tiburón cobrizo (C. brachyurus) | Presente en costas mexicanas | Mioceno tardío – Plioceno temprano |
Tiburón toro (C. leucas) | Presente en costas mexicanas | Mioceno tardío – Plioceno temprano |
Tiburón coralino (C. perezii) | Presente en costas mexicanas | Mioceno tardío – Plioceno temprano |
Tiburón blanco (C. carcharias) | Presente en costas mexicanas | Mioceno tardío – Plioceno temprano |
Tiburón tigre (G. mayumbensis) | Extinto | Mioceno tardío – Plioceno temprano |
Tiburón dientes de sierra (H. serra) | Extinto | Mioceno tardío – Plioceno temprano |
Megalodón (O. Carcharocles megalodon) | Extinto | Mioceno tardío – Plioceno temprano |
Mantarrayas (Aetomylaeus sp.) | Extinto en costas mexicanas | Mioceno tardío – Plioceno temprano |


La Nueva Especie: Chilomycterus dzonotensis
El hallazgo más significativo del proyecto es la descripción de una nueva especie de pez erizo, Chilomycterus dzonotensis, perteneciente a la familia Diodontidae. Esta especie fue identificada gracias a su premaxila, una estructura ósea única que presenta dos porciones de placas dentales: una anterior, conocida como pico raspador o mordedor, utilizada para raspar alimentos, y una interna, llamada placa trituradora, que sirve para triturar. “Esta estructura es característica de los peces erizo, que tienen un cuerpo globoso que pueden inflar y una piel cubierta de espinas, lo que les sirve como mecanismo de defensa”, explicó Cantalice Severiano.
El descubrimiento de Chilomycterus dzonotensis incrementa el conocimiento sobre la diversidad de peces en el Golfo de México durante el Mioceno y Plioceno, y apoya la hipótesis de que la región albergaba un ambiente marino somero con arrecifes coralinos. La presencia de dientes de pequeño tamaño en algunos fósiles sugiere que los depósitos de la Formación Carrillo Puerto podrían haber funcionado como un refugio para organismos marinos en ese período.
Implicaciones y Futuro de la Investigación
El descubrimiento no solo enriquece el entendimiento de la biodiversidad marina del pasado, sino que también plantea nuevas preguntas sobre los eventos de extinción que afectaron a la región. “Como paleontólogos, queremos saber lo que pasó en la historia de los seres vivos. Hay especies que hace millones de años estaban presentes y hoy perduran, mientras otras ya no existen. Una investigación lleva a la otra y ahora queremos saber los motivos de estas extinciones locales y globales; esa será la continuación del trabajo”, destacó Cantalice Severiano.
La presencia de ciertas especies que ya no habitan las costas mexicanas, como las mantarrayas del género Aetomylaeus, indica procesos de extinción local en el Mar Atlántico Norte. Además, el pequeño tamaño de algunos dientes fósiles sugiere que los cenotes pudieron haber servido como refugios para organismos marinos durante el Mioceno y Plioceno, un aspecto que los investigadores planean explorar en futuros estudios.
Importancia de la Conservación
Este hallazgo subraya la relevancia de los cenotes como repositorios de información paleontológica y ecosistemas únicos que deben ser preservados. La colaboración entre instituciones académicas y buzos especializados demuestra el valor del trabajo interdisciplinario para desentrañar la historia de la vida en la Tierra. Los cenotes de Yucatán, además de ser un atractivo turístico y cultural, son un tesoro científico que continúa revelando secretos del pasado.
Fuentes: